3 mar 2011

ANTONIO Y CLEOPATRA DE WILLIAM SHAKESPEARE

Mar

Publicado por altJulián Pérez Porto  POEMAS DEL ALMA

La obra de William Shakespeare que se popularizó a escala internacional bajo el nombre de “Antonio y Cleopatra” es una tragedia desarrollada en verso y prosa y dividida en cinco actos que data del siglo XVII.

Antonio y CleopatraSegún se cree, esta historia llegó a las tablas en 1607, pero recién en 1623 fue publicada como First Folio. Décadas más tarde, además de hacerse traducciones de su contenido, se realizaron en torno a este trabajo de perfil histórico múltiples adaptaciones cinematográficas y diversas producciones teatrales.

Para poder determinar si este relato de Shakespeare puede llegar a cautivarlos desde las páginas de un libro, primero conviene tener claras las preferencias a nivel literario y saber que “Antonio y Cleopatra” es un material centrado en el vínculo que establecieron durante varios años el general romano Marco Antonio y la reina egipcia Cleopatra.

Esta obra que surgió en la misma época que “Rey Lear” y “Macbeth” tal vez no sorprenda por medio de sus personajes a quien la descubre, pero sí asombra desde su contenido, ya que se trata de uno de los textos más sensuales e intensos que desarrolló el genial William Shakespeare.

“Antonio y Cleopatra” es una propuesta que ha atrapado hasta el momento a generaciones enteras de aficionados al teatro y la literatura gracias a la sensualidad, la ambición y el poder que se reflejan en su argumento. La historia, como habrán advertido al leer los párrafos anteriores, ya tiene una antigüedad considerable, pero como nunca es tarde para deleitarse con el arte, aún hay chances de disfrutar por completo este libro que forma parte de la producción literaria del también responsable de títulos como “Hamlet”, “Venus y Adonis”, “El sueño de una noche de verano” y “Mucho ruido y pocas nueces”, entre muchos otros.

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2 mar 2011

JUEGO DE OJOS


El 27 de febrero se cumplieron 99 años del nacimiento de Lawrence George Durrell, el escritor británico cuya famosa obra, el Cuarteto de Alejandría, le ganó un lugar privilegiado en la literatura universal. Cuando se habla de Durrell se piensa en un hijo de la pérfida Albión, pero en realidad fue un pálido paisano de Gandhi, nacido en la India de padre ingles y madre irlandesa, lo que lo coloca en un mismo costal demográfico -además de literario- con Eric Arthur Blair... mejor conocido como George Owell. Pero sólo recientemente supe que Durrell nunca tuvo la ciudadanía británica y, un dato no confirmado, que siempre se resistió a ser considerado inglés.
La tetralogía de Durrell -Justine (1957), Balthazar (1958), Mountolive (1958) y Clea (1960)- es una fiesta de fuegos artificiales en cuanto a recursos lingüísticos, el manejo de los personajes y las atmósferas; y al mismo tiempo una obra de excelente y propositiva factura formal. “Como la literatura no nos ofrece Unidades, me he vuelto hacia la ciencia, para realizar una novela como un navío de cuatro puentes cuya forma se basa en el principio de la relatividad”, escribió crípticamente Durrell acerca de su aspiración de representar el espacio-tiempo en esta obra. Confieso que después de leer en dos ocasiones el Cuarteto nada se agregó a mi conocimiento de la teoría de la relatividad -que es muy escaso, por no decir nulo- pero en cambio mi entusiasmo por la literatura de Durrell creció exponencialmente.
Las cuatro novelas narran, desde la perspectiva de otros tantos personajes, prácticamente el mismo periodo y los mismos acontecimientos. Sólo en Clea hay un desarrollo de la trama que abarca un periodo más largo que las otras novelas. La pluma creativa de Durrell hace, sin embargo, que cada novela resulte diferente, como si fuese una historia distinta la que se cuenta. La voz narrativa de los personajes, cargada de una espectacular riqueza interior, se funde imperceptiblemente con los recursos literarios formales y da al lector la impresión de acercarse, en cada volumen, a una historia nueva con los mismos actores.
En diversos análisis de esta cuarteta de novelas se ha señalado la viveza que logra Durrell en la descripción de la ciudad de Alejandría –lugar donde se desarrolla la trama- hasta convertirla en una protagonista más de la obra: un sitio escurridizo y misterioso que no se deja atrapar. La relación entre el narrador-escritor de la primera novela, Darley, con Justine, la protagonista, parece ser una analogía de la mirada occidental de aquél frente a los enigmas de la cultura árabe: “Lo que me hechizaba era la ilusión de que tal vez podría llegar a saber cómo era de verdad”, dice el narrador de su amante. Y al igual que Justine, parece que la ciudad se resiste a ser descifrada por los ojos extranjeros de Darley, visto que muchas de sus percepciones quedan exhibidas como simples, incompletas o ajenas si se confrontan con la capacidad natural de Clea o Balthazar para escudriñar su esencia misteriosa. Esta naturaleza huidiza proviene en parte de su complejidad, semejante a la de Justine, descrita por Darley como “una hija auténtica de Alejandría, es decir, ni griega, ni siria, ni egipcia, sino un híbrido, una ensambladura”.
Las relecturas de este libro maravilloso son siempre aleccionadoras y sorprendentes. Cuánta razón asiste a los críticos cuando aseguran que Durrell ofreció a sus lectores cinco libros: cada una de las novelas, que pueden no depender una de otra, y las cuatro que, en conjunto, son una obra aparte. La primera lectura me impactó con el trabajo formal del género, la meticulosidad con que se desarrollan las cuatro historias y los abundantes recursos que puso de manifiesto Durrell para hacer cuatro libros diferentes a partir del mismo argumento. En la novela autobiográfica El libro negro, publicada en 1938, el escritor describe nítidamente el secreto de su oficio: “Un ataque, con los puños desnudos, a la literatura”.
En una segunda lectura, después de haber dejado reposar los libros unos diez años, mi interés se centró en los personajes y cómo en cada libro se agregan pinceladas que no modifican el retrato original sino sólo lo hacen más complejo. Personajes como Melissa, la prostituta griega enamorada de Darley y quien mejor describe la relación amorosa del escritor con Justine. Clea, enigmática y sabia. Balthazar, más enterado que un narrador omnipresente. Nessim, poderoso y débil al mismo tiempo. Incluso personajes secundarios como el barbero Mnemjian, el sirviente Hamid, Pombal, Leila, Scobie, Naruz y Capodistria tienen un encanto irresistible.
Balthazar es mi novela preferida de las cuatro, por la enorme riqueza del lenguaje con que Durrel dotó a su personaje. Ésta es quizá una afirmación osada, pero siempre me pareció que Balthazar, el personaje que da nombre a la segunda novela, más que médico -tal es su oficio en la historia- se asemeja a los druidas galos, poseedor de una sabiduría casi mágica que le permite ser condescendiente con los actos más siniestros o más sublimes de los humanos y dueño también de una serenidad que trasciende las emociones que insuflan vida a los personajes con los que convive y que forman parte irremplazable de su propia vida. Emociones que él explica puntualmente: “La etiología del amor y la locura son idénticas, sólo es cuestión de grado”. A fin de cuentas parece flotar siempre sobre los personajes la ambición febril por explicar intelectual o emotivamente el amor.
Espero poder robarle tiempo al tiempo para concluir una pausada tercera lectura del Cuarteto, en tributo humilde al ya cercano centenario del nacimiento de este excepcional escritor. En esto de las relecturas soy epígono de Henry Miller, contemporáneo y amigo de Durrell, quien predicaba a los cuatro vientos que cada lectura es historia del lector y no del escritor, quien ya hizo su parte y no espera ser juzgado. Miller lo dice así: “Es tu historia, querido lector (...) y si careces del sentido necesario para percibirla, tanto peor para ti. Pues todos nosotros hemos nacido de la misma madre, hemos bebido la misma leche áspera, y hemos de volver al mismo seno celestial, más prudentes quizá pero no más tristes, y ciertamente, no peores por la experiencia. Cualquier pasaporte que hayamos utilizado aquí abajo será sin la menor duda marcado con la palabra inválido”.

Profesor – investigador en el Departamento de Ciencias Sociales de la UPAEP Puebla.
2|/3/11

1 mar 2011

CIUDAD SIN SUEÑO

Federico García Lorca

No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Las criaturas de la luna huelen y rondan sus cabañas.
Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan
y el que huye con el corazón roto encontrará por las esquinas
al increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros.
No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Hay un muerto en el cementerio más lejano
que se queja tres años
porque tiene un paisaje seco en la rodilla;
y el niño que enterraron esta mañana lloraba tanto
que hubo necesidad de llamar a los perros para que callase.
No es sueño la vida. ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!
Nos caemos por las escaleras para comer la tierra húmeda
o subimos al filo de la nieve con el coro de las dalias muertas.
Pero no hay olvido, ni sueño:
carne viva. Los besos atan las bocas
en una maraña de venas recientes
y al que le duele su dolor le dolerá sin descanso
y al que teme la muerte la llevará sobre sus hombros.
Un día
los caballos vivirán en las tabernas
y las hormigas furiosas
atacarán los cielos amarillos que se refugian en los ojos de las vacas.
Otro día
veremos la resurrección de las mariposas disecadas
y aún andando por un paisaje de esponjas grises y barcos mudos
veremos brillar nuestro anillo y manar rosas de nuestra lengua.
¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!
A los que guardan todavía huellas de zarpa y aguacero,
a aquel muchacho que llora porque no sabe la invención del puente
o a aquel muerto que ya no tiene más que la cabeza y un zapato,
hay que llevarlos al muro donde iguanas y sierpes esperan,
donde espera la dentadura del oso,
donde espera la mano momificada del niño
y la piel del camello se eriza con un violento escalofrío azul.
No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Pero si alguien cierra los ojos,
¡azotadlo, hijos míos, azotadlo!
Haya un panorama de ojos abiertos
y amargas llagas encendidas.
No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.
Ya lo he dicho.
No duerme nadie.
Pero si alguien tiene por la noche exceso de musgo en las sienes,
abrid los escotillones para que vea bajo la luna
las copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros.

alt

 

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28 feb 2011

BIOGRAFIA DE NINA BERBEROVA

Poemas del Alma

28
Feb

Publicado por altVerónica Gudiña

La escritora Nina Nikoláyevna Berbérova, única descendiente del matrimonio compuesto por un funcionario armenio llamado Nikolái Ivánovich y una rusa ortodoxa que respondía al nombre de Nataliya Ivánovna, nació en San Petersburgo el 8 de agosto de 1901.

Nina BerbérovaEn la década del 20, esta mujer rusa que había soportado persecuciones durante su adolescencia se dirigió a Francia en compañía de su entonces pareja, el poeta Vladislav Jodasiévich. En París, además de elaborar artículos para el periódico “Últimas noticias”, Nina inició su carrera literaria a través de relatos inspirados en las vivencias de los emigrantes rusos.

Tras pasar varias temporadas en territorio francés, la responsable de propuestas como “La acompañante”, “El camarero y su amiga”, “Crónicas de Billancourt”, “Los últimos y los primeros”, “El cabo de las tormentas” y “El hombre pensante” decidió marchar a Estados Unidos con el propósito de descubrir nuevos horizontes.

En 1954, a dos años de haber llegado a suelo norteamericano, Berbérova obtuvo la ciudadanía estadounidense (aunque a la hora de escribir nunca dejó de utilizar la lengua rusa) y fue contratada como docente por prestigiosas instituciones, entre las cuales se destacan las universidades de Yale y Princeton.

A medida que el tiempo pasó y su producción literaria sumó títulos, la popularidad de la también creadora de “La soberana”, “Sin ocaso”, “La peste negra” y “El subrayado es mío” se incrementó en numerosos países. Por fortuna, antes de que la muerte llegara a buscarla, Nina Berbérova pudo disfrutar con orgullo el privilegio de ser admirada en una gran cantidad de naciones y de tener su obra traducida a un buen número de idiomas.

Esta talentosa escritora que, en 1989, había podido regresar a la ciudad que la vio nacer (territorio que, de acuerdo al editor Hubert Nysen, la impresionó más por su “empobrecimiento moral e intelectual” que por su mala realidad financiera), perdió la vida en Filadelfia el 26 de septiembre de 1993.

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26 feb 2011

CONFIDENCIALMENTE

HOMENAJE CONMEMORATIVO

A HERIBERTO KEHOE VINCENT.

1977/2011

MUY BUENOS DIAS

SEÑORAS Y SEÑORES

AMIGOS TODOS.

Hace un año elevamos juntos una plegaria grabada, que titule OJALA MAÑANA, con el deseo ferviente de coincidir, motivar y sumar anhelos, para que con calidad Humana, nuestro mundo sea un caudal de Vida  Sana.- Para este espiritual y fraternal evento, prepare un breve comentario que dice así: en un  viaje a la Ciudad de Puebla, Pue., allá por el paseo de San Francisco, alcancé a leer en una placa alusiva, la siguiente propuesta EL QUE NO TENGA UN AMIGO LIBANÉS, QUE LO BUSQUE. Hoy mi pretensión es, trasladar hasta este lugar y tiempo, esa hermosa expresión; pero de la siguiente manera: EL QUE NO TENGA UN AMIGO PETROLERO, QUE LO BUSQUE.- Por mar en las Plataformas Marinas  o navegando, en tierra por todas las líneas lo encontrará perforando; pero si mejor se ubica, lo encontrará EN POZA RICA; en todos los departamentos de PETROLEOS MEXICANOS; siempre activo, siempre humano; con una sonrisa, un abrazo y un apretón de manos.

Así  fue en vida nuestro Petrolero Amigo HERIBERTO KEHOE VINCENT, a quien año con año conmemoramos.- Y así  su familia y descendientes.- Y claro todos los Dirigentes y Cuerpos de Gobierno y trabajadores Activos, Jubilados y transitorios de esta H. SECC. No. 30, al pleno DEL S.T.P.R.M. y desde luego, todo el personal de Confianza de PETROLEOS MEXICANOS.

COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS; HOY POR HOY, EL QUE NO TENGA UN AMIGO PETROLERO, QUE LO BUSQUE: En Enero o Febrero o en Diciembre; QUE AMIGOS SOMOS TODOS, PARA SIEMPRE.

Y ASI EN ESTA EXPLENDIDA MAÑANA, EL TIEMPO SE MUESTRA SINCERO Y DE PRESENCIA HACEN GALA: LA EVOCACION, LA AMISTAD Y CALIDAD HUMANA ¡EN USTEDES AMIGOS PETROLEROS ¡

Respetuosamente.

Pastor Cano López.

Muy buenos días.

28 de Febrero, año 2011.

“Pcl.                                                       Tel.- 01 782 111 42 43

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ANALIZAN TRES CARTAS DE LA CORRESPONDENCIA DE SOR JUANA INES Y SOR FILOTEA DE LA CRUZ

Juan Carlos Talavera | Cultura / LACRONICA

Relevancia. Los tres textos ser疣 una fuente invaluable para conocer m疽 a Sor Juana.

Dos documentos de Sor Juana Inés de la Cruz fueron descubiertos en la Biblioteca Palafoxiana de Puebla. El primero corresponde al borrador de la respuesta a la Carta de Sor Filotea de la Cruz, escrito por Sor Juana en 1961, sobre las supuestas recriminaciones del obispo de Puebla, Manuel Fernández de Santa Cruz, así como una misiva donde la monja jerónima le informa al mismo obispo su quebrantada salud. Además, fue hallado un tercer documento: la respuesta de Fernández de Santa Cruz a Sor Juana.
Estos tres documentos, indicó la investigadora Sara Poot Herrera, darán un nuevo giro a las investigaciones relacionadas con la Décima Musa, ya que permitirá derrumbar algunos mitos en torno a su relación con los prelados. “Sin embargo, aún tenemos que profundizar en los documentos aportados por el investigador Alejandro Soriano Vallés, quien recién los publicó en su libro Sor Juana Inés de la Cruz. Doncella del verbo”, apuntó durante la conferencia El hábito sí hace a la monja que impartió ayer en la Universidad del Claustro de Sor Juana, ubicado en el Centro Histórico.
De inicio, apuntó la investigadora, estos documentos podrían demostrar una relación más cercana entre Fernández de Santa Cruz y Sor Juana, por lo que quedaría descartada aquella teoría de que fue utilizada por éste, como una forma de venganza. Sin embargo será necesario leerlos, releerlos y analiza a detalle, dijo. “Aunque estos documentos quizá no aporten nada en cuanto a la poesía de la Musa, documentalmente sí, dado que ha sido muy tergiversada su relación con los prelados”, expresó.
Otro aspecto que podría ser revisado a fondo en la vida de la Musa es su parentesco y vínculos con personajes de la época, retomar sus orígenes familiares, su relación con el mundo conventual al que perteneció casi tres décadas, y desentrañar “cómo fue que escribió en este lugar sus romances, sonetos, endechas, villancicos, loas, comedias, oraciones religiosas, silvas, liras y epigramas, combinados con la Sor Juana tornera, secretaria, portera menor, archivista y contadora”, puesto que el propio Antonio Alatorre le atribuyó un manual de contabilidad.
LA MÁS GRANDE. Durante su conferencia, Sara Poot también ser refirió a la posibilidad de analizar científicamente el esqueleto perteneciente a Sor Juana, sin embargo enfatizó que eso de ninguna manera aportará algo a su obra, si acaso la tranquilidad de muchos que desean conocer si corresponde o no.
“A 315 años de la muerte de Sor Juana se busca la identidad de sus restos, pero necesitamos retomar su obra, estudiarla y profundizar en la investigación documental, hurgar en sus raíces y genealogía. Lo importante es disfrutar de su obra, el sentido del humor de su escritura y la ironía fina que aplicó en sus letras”, señaló.
Sería imprescindible leer a Sor Juana y descubrir la mezcla de géneros y sexos que realizó. Sor Juana Inés de la Cruz no sólo fue el genio de su época, ‘el poeta’, el pilar de la poesía y la mujer que perfeccionó el lenguaje. ¿Acaso hay alguien más grande que ella?”, añadió.
Cabe señalar que los restos fueron descubiertos por el investigador Arturo Romano Pacheco el 28 de noviembre de 1978 y durante 32 años permanecieron resguardados en el Departamento de Antropología Forense de la Universidad del Claustro, hoy denominado la “osteoteca”, donde se resguardan cerca de 300 esqueletos de monjas descubiertos en dicho lugar entre 1977 y 1978.
Los restos serán enviados al Cinvestav para practicarle los exámenes de ADN que demostrarán su correspondencia con la Musa. Para ello será necesario llevar a cabo una comparación entre las muestras de los restos de Sor Juana y los de su madre, ubicados en el ex Convento de la Merced, donde yacen junto a los de sus tres medios hermanos.
“Sin embargo yo dejo los estudios para los científicos porque me interesa más la Sor Juana y sus relaciones de poder, esa interlocutora de virreyes, la política y esencialmente la escritora que tenía la capacidad de pensar en el otro utilizando el lenguaje barroco. Sin duda es la única escritora que me interesa como persona”, detalló Sara Poot.

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CARTAS DEL DIABLO A SU SOBRINO

de C. S. Lewis

Publicado por altJulián Pérez Porto

El escritor británico Clive Staples Lewis (quien solía firmar sus obras como C.S. Lewis), se convirtió en un autor admirado por millones de niños y jóvenes de distintas partes del mundo gracias a la colección titulada “Las crónicas de Narnia”, pero su talento para la escritura no surgió con la difusión de esta exitosa saga sino varios años antes.

Cartas del diablo a su sobrinoLos lectores más experimentados que hayan tenido oportunidad de conocer la trayectoria de Lewis saben, por ejemplo, que este hombre nacido en la ciudad de Belfast el 29 de noviembre de 1898 ya había hechizado a numerosos aficionados a la literatura a través de la llamada “Trilogía cósmica” y “Cartas del diablo a su sobrino”, un material que el novelista quiso dedicarle a su colega y amigo J.R.R. Tolkien.

“Cartas del diablo a su sobrino” es un libro que se publicó por primera vez en 1942 y, desde entonces, ha sido objeto de múltiples traducciones y análisis por parte de numerosos expertos.

A juzgar por la trascendencia que ha tenido esta opción de lectura que integra el legado de C. S. Lewis, esta propuesta de perfil satírico y temática religiosa cautiva a simple vista y, en líneas generales, deja satisfechos a quienes confían en ella.

Las páginas que componen la obra ofrecen una recopilación de artículos que aparecieron bajo el título de “Las cartas de Escrutopo” en el ya desaparecido periódico “Manchester Guardian”.

En ellos, se reproducían supuestas enseñanzas que un demonio anciano le proporcionaba a su joven sobrino, un demonio principiante que aún no sabía cómo debilitar la fe de los seres humanos y convencerlos de cometer pecados.

Como era de esperarse frente al tipo de temática desarrollada en esos textos, las cartas no sólo no pasaron desapercibidas sino que generaron distintos tipos de reacciones. En una oportunidad, por ejemplo, un sacerdote rural que solía ser lector habitual del “Manchester Guardian” le escribió al director del diario para contarle que “muchos de los consejos que se daban en esas cartas”, además de erróneos, “eran decididamente diabólicos”.

Pese a esa clase de opiniones, con el tiempo esos artículos se convirtieron en célebres ya que fueron reunidos en un libro que no tardó en acumular admiradores de distintas nacionalidades. Si les divierte la idea de descubrir cómo y qué escribe un demonio, recuerden adquirir un ejemplar de “Cartas del diablo a su sobrino”.

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